Hacienda potenciará la figura del ‘arrepentido’ en los pagos en efectivo superiores a 2.500 euros

Hacienda potenciará la figura del ‘arrepentido’ en los pagos en efectivo superiores a 2.500 euros

Si el pagador o el receptor de pagos en efectivo superiores a 2.500 euros lo denuncia ante la Agencia Tributaria dentro de los tres meses siguientes a la fecha del pago, Hacienda no aplicará entonces la sanción a la parte que lo haya comunicado, según han informado fuentes de Hacienda sobre el anteproyecto que hoy presentará el Gobierno.
Esta figura ha dado muy buenos resultados en los asuntos de competencia, capítulo en el que desde la creación de la Comisión Nacional de la Competencia se ha mantenido el sistema de exención de sanciones al primero que denuncia un acuerdo contrario a la libre competencia y se aplican rebajas a los siguientes denunciantes de la misma operación. Una buena parte de las sanciones impuestas por la CNC han tenido su origen en los ‘arrepentidos’.

El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, anunciaba ayer que tanto el pagador como el receptor de este tipo de pagos, aunque no quiso especificar si la sanción se distribuirá entre pagador y receptor o si cada uno de ellos deberá pagar el 25% sobre la cantidad pagada, lo que supondría un 50%.

Lo que sí está claro es que esta multa no impedirá que se continúe con la inspección sobre la transacción detectada para analizar si existe fraude fiscal y si se han utilizado facturas falsas, lo que conllevará de ser positiva la respuesta las sanciones correspondientes.

Las medidas que aprobará hoy el Gobierno para luchar contra el fraude, se mueven en paralelo con la elaboración del Plan de Control Tributario y Aduanero para 2012, que trata de ganar el pulso a la economía sumergida mediante el seguimiento del arrendamiento de locales, del empleo de facturas falsas y otras medidas, que aunque se vienen anunciando desde hace años, como el tratamiento de las facturas de la luz para detectar los locales que sin declarar actividad tienen un consumo destacable.

No obstante, para la Agencia Tributaria los problemas más acuciantes provienen de la picaresca de un buen número de empresarios que emplean los procedimientos de Hacienda para dilatar los plazos. La propia directora general de la Agencia, Beatriz Viana, denunciaba ayer a quienes solicitan aplazamientos de pago con la única intención de dilatar los pagos, sin intención alguna de beneficiarse de ello. Así, muchos recurren y dilatan la presentación de documentos para alargar los plazos todo lo posible y otros muchos, después de ser aceptado el aplazamiento atienden el primer pago y luego dejan de pagar.

También hay quienes hacen las declaraciones, pero no pagan. Sobre estos, adelantó Viana que en la Agencia están preparando un dispositivo para personarse en las sedes de este tipo de empresas para revisar si hay bienes embargables.

Pero las denuncias no terminan ahí, ya que algunos empresarios están utilizando también los procedimientos concursales para dilatar los periodos de pago.

El importe medio de las actuaciones realizadas por la Inspección de la Agencia Tributaria ascendió a 227.000 euros en 2011, según anunció ayer Viana. Una cifra que demuestra que hay mucho dinero opaco en España a pesar de las tribulaciones de una buena parte del empresariado.

Sin embargo, no todas las medidas que últimamente ha adoptado el Gobierno buscan luchar contra el fraude o tienen ínfulas recaudatorias. Así, por ejemplo, la eliminación de la libertad de amortización de las grandes empresas ha venido a terminar con un proceso que se convirtió en un auténtico coladero para Hacienda.

Para el secretario de Estado esta medida tuvo una repercusión “bestial” sobre la recaudación de Hacienda, que considera sin justificación alguna, máxime cuando se venían solicitando esfuerzos a las personas físicas. Además, la posibilidad de deducirse todos los gastos financieros llevó a que muchas empresas prefiriesen endeudarse que capitalizar las empresas.

Todas estas situaciones denotan un cambio importante en las costumbres. De las épocas de las amenazas de Hacienda a los contribuyentes se ha pasado a las denuncias por los abusos realizados por una parte de estos sobre los propios mecanismos tributarios. Y en el fondo, late el debate de la amnistía fiscal, que es motivo de debate entre quienes entienden que es una medida extrema para un momento imposible y quienes justifican la ocultación a Hacienda porque siempre se acaba regularizando.

Fuente: Javier Ardalán – http://www.icnr.es/articulo.php?n=120413042630